Me ha fascinado este proyecto del fotógrafo Vincent Dixon. Es un proyecto fotográfico realizado con 20 pacientes diagnosticados de cáncer con el único objetivo de hacerles olvidar su enfermedad “aunque sólo sea por un segundo”. Por lo que podría denominarse como “fotografía terapeútica”.
A estos pacientes se les dió un cambio de imagen con una peluca y maquillaje y se les pidió que mantuvieran sus ojos cerrados hasta que finalizara la transformación. Al abrirlos se encontraban con un espejo y detrás de este espejo estaba el fotógrafo. No os perdáis la reacción que tuvieron, a mí me ha emocionado muchísimo.
Arrancar sorpresa, risa, ilusión, cercanía, apoyo….y mil cosas más, en personas enfermas, en una obra de gente con una sensibilidad especial.