Desde hace ya bastante tiempo se oye hablar de las sesiones preboda, pero aún hay gente que no sabe exactamente en qué consisten. Voy a intentar aclararlo. Una sesión preboda es una sesión fotográfica con los novios días o meses antes del día de su boda. Con ella se pretende hacer un reportaje de la pareja vestida de calle con el fin de reflejar en las fotografías cómo son y cómo se comportan. A estas sesiones puede ir la pareja sola o acompañada por sus hijos o mascotas. Pero además de todo esto, no hay que olvidar que es el primer contacto fotográfico con la pareja, la primera vez que ellos se ponen ante mi cámara. Es un momento de nervios porque la mayoría de los novios no saben qué tienen que hacer, piensan que van a tener que actuar y no se sienten del todo cómodos. Nada más lejos de la realidad. En las sesiones preboda se busca la naturalidad de la pareja, que sean ellos mismos, como si no estuvieran siendo fotografíados. Que surjan esas miradas cómplices, esas sonrisas tranquilas, esos momentos de ternura y de risas. Si en algo hay que “actuar” es en no pensar en cosas serias ni en hablar de los problemas u otras cosas cotidianas mientras dure la sesión. Eso no significa que no se pueda hablar, no solo se puede sino que se debe, pero solo de cosas que os hagan felices.
Por lo tanto, la sesión de preboda permite romper el hielo entre el fotógrafo y los fotografiados. Tras esta experiencia, los novios van a estar mucho más relajados ante la cámara el día de la boda. Y para el fotógrafo es igual de importante ya que durante la sesión de preboda se habla mucho y se llega a establecer una relación de confianza y complicidad, ideal para que todo salga perfecto el gran día.
Así que ya sabéis lo que es una preboda y la importancia que tiene si queréis un reportaje de boda completo y perfecto.
Bss